Me llega esta imagen que me manda mi ahijada Patricia para empezar la semana con alegría.
También recibo esta colaboración de mi prima Rosa, llega desde Canarias respecto a la entrada sobre la felicidad.
Mi agradecimiento a ambas.
¡Que interesantes reflexiones! Todas ellas aportan valiosas verdades.
Creo que en la actualidad es casi una máxima para todos aspirar a la felicidad, una obligación compartida y necesaria, casi un instinto reflejo de supervivencia, innato en los genes. Tanto la aspiración a la felicidad como la longevidad. Sin embargo el gran enigma se encuentre en como conseguirla.
Hay diversidad de variables desde las que se puede enfocar este tema, especialmente desde el ámbito de la inteligencia emocional.
Un nuevo lenguaje psicológico se ha introducido en nuestras vidas, con la proliferación de los libros de auto ayuda, el acceso a la cultura, internet, los medios de comunicación. Ideas como: control emocional, autocontrol, autoconocimiento, empatía, optimismo, detención de los pensamientos negativos, sanación de los vínculos interpersonales, transformación de la percepción de la realidad, apertura del corazón, aceptación, perdón de uno mismo y de los demás, soltar el pasado, desapegarse de lo material y de los preconceptos, vivir el aquí y el ahora, no aferrarse a los resultados, cambiar las creencias... todos ellos o gran parte de ellos forman parte ya de nuestro bagaje cultural.
Pero quizá lo difícil sea como hacer realidad toda eso que teóricamente suena tan bien. E incluso puede que el conocimiento de todo ello nos despierte la necesidad de un terapeuta guía personalizado.
Todo este trabajo de desarrollo personal, necesario para que nuestra vida sea mas equilibrada y feliz se nos presenta por otro lado como una ardua tarea difícilmente conquistable, dada la amenazante adversidad con la que tenemos que enfrentarnos cada día. Crisis por todos lados, negatividad, destrucción ..... Y eso que tenemos la gran fortuna de vivir en la parte del planeta donde supuestamente se desarrolla la sociedad del bienestar.
El mito del Ave Fénix, aquella espléndida ave que se prende fuego y renace de sus cenizas, presente en numerosas culturas es un símbolo en el que nos reconocemos también en la actualidad. Los egipcios la llamaban "Benu" y la asociaban con la idea de la trascendencia de la vida después de la muerte. La vida es cambio y transformación y cada una de estas pruebas superadas es una especie de muerte y renacimiento. Es como el ciclo de la vida. Por ello la aceptación del sufrimiento no como un fin en sí mismo, sino como algo que forma parte del ciclo vital de transformación continua de nuestra vida, sea una de las claves para afrontar la adversidad y estar más cerca de esa supuesta felicidad. Somos Aves Fénix trazando vuelos cada vez mas perfeccionados en nuestro proceso de crecimiento personal.
También entiendo que no basta con la inteligencia emocional para abordar el sendero de la felicidad. La inteligencia espiritual se nos hace imprescindible y va unida a las emociones y a la conciencia de nuestro cuerpo y su cuidado. Solo desde un propósito vital, desde una visión trascendente que otorgue sentido a nuestras vidas, podremos encontrar la fuerza para avanzar y la medicina que transforme cada crisis en una oportunidad. El sentido de la vida, particular de cada uno de nosotros, es el motor que nos mantiene en la existencia y su búsqueda es fundamental.
Anoche mismo escuché en un programa de documentos TV, que abordaba una investigación sobre la longevidad, que los países más longevos eran Japón a la cabeza y a continuación Francia y que el mayor numero de suicidios se producían en las personas longevas por haber perdido el sentido de su vida. Así pues, encontrar el propósito de nuestra vida, sea el que sea para cada cual, en cada crisis y durante el proceso es fundamental.
Para mí hay tres factores básicos que inciden también en el logro de ese sentido, del que muchas veces ni somos conscientes: nuestro mundo relacional especialmente (amigos, familia, compañeros..), el aprendizaje en la acción que estemos realizando sea el que sea y la creatividad. Estos son los motores que nos hacen resistir la adversidad y resurgir cual aves fénix en los momentos más límites de nuestra vida. Aprender de ellos nos dará pistas para las siguientes pruebas.
Y por ultimo otro aspecto interesante que me gustaría mencionar: la necesidad de retomar la conciencia sobre la transitoriedad y la impermanencia, esto es, el que aquí estamos de paso y que podemos desaparecer en cualquier momento. Esta idea nos afronta a la posibilidad de perderlo todo y nos impulsa a su vez a valorar lo esencial, a recuperar lo que nos nutre, los afectos, la comunicación y el contacto físico con quienes amamos.
Rosa M.
pedagoga y escritora.
Enlazo este vídeo al que he llegado buscando más información sobre la meditación.
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