La cocina encuentada

Con este título tan apasionante me atrapó un librito que encontré hace unos años en la biblioteca del desaparecido recientemente CEFIRE de Sagunt,.

 

Me pareció genial la idea de unir los cuentos con el paladar, los libros y los utensilios de la cocina, el placer de la lectura con el de la comida, alimento para el espíritu y para el cuerpo.

Ya lo había experimentado como alumna en los cursos de formación, de animación lectora, de didáctica de las lenguas, de TIC, de italiano... en los que aprendíamos poniendo en juego los sentidos, despertando el deseo de experimentar, de tener vivencias diversas y compartirlas, de crear...

Y si retrocedo más en el tiempo, siempre me acompaña la imagen de cuando tenía cuatro años e iba a un parvulario que había en los jardines de Viveros, en el que conocí a dos maestras: Mª Angeles y Mercedes, que para la vuelta de Reyes, venía la madre de una de ellas y nos preparaban un perol de chocolate que a mí me parecía enorme y nos hacían un teatrillo de papel, es uno de las imágenes que para mí tienen un gran poder de evocación y me abre paso al mundo de los sueños y de la fantasía.




Así es que decidí probar con mis alumnos y fue todo un éxito.

Este curso propuse a los padres de la tutoría de 1º llevar a cabo esta experiencia que tanto había gustado la primera vez a los alumnos que ahora ya están en su primer año de instituto y que estaban en 2º de primaria en clase de Castellano, aquí los podeis ver (un abrazo para todos ellos que tanto  entusiasmo derrocharon en su paso por la escuela).

Los padres aceptaron el reto, necesitaba la colaboración de las familias ya que cada viernes para acabar la semana y festejar los avances conseguidos y recompensar el esfuerzo realizado, un alumno y su familia deberían traer una receta y un cuento, además de haberla hecho previamente en casa para compartirla con todos y poderla degustar juntos en armonía.

Para romper el fuego empecé yo para celebrar el día de mi cumple, que es a finales de septiembre. Queríamos ir de excursión a la Font de Quart pero la lluvia nos recluyó en mi casa y les conté: "El cielo de los gaticos" que lo recuerdo con tanto cariño por como me imaginaba todo lo que mi padre me contaba de él con tanta lujo de detalles cuando era pequeña: cascadas de chocolate, ríos de merengue, flores de caramelo...y preparé unas "Nubes" que hicieron las delicias de todos y les motivaron lo suficiente como para apuntar los ingredientes necesarios en sus cuadernos y estar atentos a la elaboración.

Y viernes tras viernes sin fallar ni uno, se han ido sucediendo las sorpresas que tan primorosamente nos han preparado cada uno de ellos. Vaya mi agradecimiento para todos por su implicación, dedicación, esfuerzo y la ilusión y cariño que han puesto. 

Ahora estamos en fase de recopilación y de dar a conocer lo que hemos experimentado. A ver si os animais y poneis en práctica alguna de las recetas y  saboreais los cuentos que todos tienen miga :-)

Hoy os presento a Mar, tiene 6 años y es muy alegre y cariñosa, nos preparó unos búhos de chocolate deliciosos y nos trajo el cuento: "El árbol de los búhos"

Os dejo con la receta y con la narración.

¡Buen provecho!

EL ÁRBOL DE LOS BÚHOS

Érase una vez una familia de búhos

que vivía en un enorme árbol de un

espeso bosque. 

Una mañana llegaron al bosque unos

hombres con muchas máquinas.

Los pequeños búhos preguntaron a

sus papás que hacían en su bosque

esos hombres. Lo que iban a hacer

era horrible; iban a cortar todos los

árboles para construir un centro

comercial. Los buhitos se pusieron

muy tristes y empezaron a llorar.

Uno de los hombres vio a la familia

y le dio tanta pena que ordenó a

los demás que cogieran las máquinas

y se marcharan de allí; porque ese

era el hogar de los búhos.

CADA UNO TIENE SU LUGAR EN ESTE MUNDO Y

HAY SITIO PARA TODOS. RESPETÉMONOS.