Hoy me llega a través de Rosa Serdio desde Asturias este cuento corto "Las cuatro estaciones" que leo y selecciono en este momento especial en el que nos encontramos, entre el invierno y la primavera, con nieve y sol, viento y lluvia, tiempo de fuertes contrastes...
"Había un hombre que tenía cuatro hijos. Él buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan
rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a visitar un peral que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en el Invierno, el segundo en Primavera, el tercero en Verano y el hijo más joven en el
Otoño. Cuando todos ellos habían ido y regresado; él los llamó y juntos les pidió que describieran lo que
habían visto
El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, él dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se
veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, el dijo que estaba maduro y
marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.
Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían la razón, porque ellos sólo habían visto una
de las estaciones de la vida del árbol.
Él les dijo a todos que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por sólo ver una de sus
temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser sólo
medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si tú te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano, y
la satisfacción del otoño.
No dejes que el dolor de una estación destruya la dicha del resto.
No juzgues la vida por sólo una estación difícil.
Aguanta con valor las dificultades y malas rachas porque luego disfrutarás de los buenos tiempos.
Sólo el que persevera, encuentra un mañana mejor..."
(Tomado de la red)
Siguiéndole la pista llego a la página de una psicóloga gallega María Jesús Núñez y me quedo atrapada por este documental "Las alas de la vida", del que había oído hablar pero que aún no había tenido ocasión de visionar y decido pasar la tarde con Carlos Cristos y prestar atención a su testimonio.
Para verlo debeis disponer de 1hr 22 minutos y un ánimo apropiado para aprender como encarar esta fase de la vida por la que todos antes o después tenemos que pasar y si es con una sonrisa, como nos dice nos dice el protagonista, mejor ¿no os parece?
Carlos en un protagonista singular es la suma de sus particularidades: ha sido músico, piloto de vuelo libre, patrón de vela, montañero, amante de la investigación y de la ciencia, colaborador en diversas radios en temas de salud; pero y sobre todo, ha sido médico de pueblo y ha tenido que acompañar a algunos de sus pacientes en el tramo final de su camino y afirma que de ellos aprendió mucho. Ahora, como enfermo terminal, nos invita a que le acompañemos en una historia irrepetible, su enfrentamiento vital, lúcido, sereno, irónico y transparente con el gran antagonista, la muerte.
- Carlos:
"La vida me ha ofrecido la oportunidad de hacer plenamente aquellas cosas por las que creo que vale la pena vivir". "Realmente soy un privilegiado".
"La leña se consume pero a mí no me importa si al arder da buen fuego".
"Lo que sí que tengo es esperanza, en una forma de transcendencia o de que mi estancia en el mundo no haya sido inútil ni para mí ni para la manada a la que pertenezco ni cara al más allá"
"Mientras hay música seguiremos bailando y si es posible con una sonrisa"
- Una amiga suya médico:
"Hay quien como Carlos afronta la muerte con naturalidad".
"Se ha perdido un poco el aspecto más humanístico, nos olvidamos de las personas. El final de la vida parece como el fracaso de la medicina. Olvidamos que también uno de los fines de la medicina es ayudar a morir".
- La mujer de Carlos:
"Hay que reprimir un poquito la neurosis de anticipación".
"Al cuidador no se le pueden pedir heroicidades. Importa mucho que el cuidador sea consciente y que sepa que tiene que pedir ayuda"
- El cuidador:
"Carlos no ví una persona que se apagaba, al contrario ví una persona muy llena de vida"
- Oncólogo, cuidados paliativos:
"Quitar el miedo, poner confianza, coraje"
"Manejar la comunicación, las emociones, el poner encima de la mesa la incertidumbre"
"Que la familia esté por aquí, un buen equipo y música de Bach".
- Los padres:
"Hemos hecho lo que él nos pidió, hacer la vida normal, contarlo a todos el problema y repartirlo entre todos que se diluye de alguna manera y se sufre menos"
"Murió con el sosiego y la serenidad que él siempre había deseado para los demás"
"La película no iba a ser una advertencia sobre la inminencia inevitable de la muerte", explican desde la productora. "Sería un canto a la vida. Carlos reflejó en ella su saber estar, su generosidad, su coraje y su sabiduría"
"Los que le rodeamos, le queremos; la familia, los amigos, hemos aprendido con él a ser vitales en la adversidad".
"Los médicos estamos para ayudar a sanar y también para ayudar a morir".
La música tradicional y la recuperación de instrumentos antiguos eran sus pasiones,
Chegando a mil una de sus canciones
Chegando a mil’ (versión corta) / Carlos Cristos (B.S.O. ‘Las Alas de la Vida’).
‘Chegando a mil’ (versión larga) / Carlos Cristos (B.S.O. ‘Las Alas de la Vida’).
Chegando a mil’ / Enric Murillo (B.S.O. ‘Las Alas de la Vida’).
Gracias a Carlos y a todos los que nos han dejado su testimonio.
Él como tantos seres queridos cercanos nos dejan un testamento vital y nos marcan el camino.
(Javalambre - 2 Marzo 2013)
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